La Rinoplastia es una cirugía en la que se resuelven principalmente los problemas estéticos de la nariz tales como la giba osea, que es ese hueso que sobresale del dorso de la nariz a semejanza de una joroba, las desviaciones hacia la derecha o izquierda de la totalidad de la nariz y las malformaciones congénitas que se ven sobre todo en pacientes con secuelas de labio y paladar hendido. Cuando se busca una solución de la función de la nariz por desviación de los huesos internos generalmente nos estamos refiriendo a la Septoplastía que si bien es un procedimiento diferente si puede realizarse ambos el mismo día.
Tradicionalmente quien realiza la Septoplastía es un Otorrinolaringólogo y el resuelve principalmente los problemas funcionales. Y quien realiza la Rinoplastia estética es el Cirujano Plástico o el Cirujano Maxilofacial y corregirá los problemas estéticos. Aunque en estas especialidades de la medicina hay cirujanos que pueden ofrecerte un buen resultado tanto estético como funcional, esto no es lo usual. De hecho muchas veces cuando un paciente tiene problemas tanto funcionales como estéticos varios especialistas participan en la Cirugía, con la finalidad de que el paciente incurra en menos gastos económicos y al no hacerse en dos actos diferentes disminuye las probabilidades de complicaciones quirúrgicas. De hecho el septum - o tabique nasal- contiene material autólogo (cartílago y hueso vómer) que pude ser precioso para la reparación estética. La inervención en dos tiempos elimina esta posibilidad.
Desde la década de 1980 las técnicas de rinoplastia han evolucionado mucho. La rinoplastia clásica - o cerrada - es un procedimiento bastante ciego. La rinoplastia abierta permite una exposición y visualización completa del esqueleto nasal, lo que permite que la corrección sea mucho más precisa.
Esta cirugía se ha popularizado en la juventud; ya que ha tenido una mayor aceptación social, a diferencia de otros procedimientos de la Cirugía Plástica y se realiza en una proporción muy semejante tanto en hombres como en mujeres.
Consideraciones anatómicas
La anatomía nasal es bastante compleja, sin embargo la nariz se puede considerar como una estructura tridimensional de forma piramidal constituída esencialmente por un esqueleto óseo y otro cartilaginoso. El esqueleto óseo o bóveda ósea está formado fundamentalmente por los huesos propios de la nariz en la parte mas superior, los cuales se encuentran articulados al hueso frontal superiormente e inferiormente a las apófisis ascendentes del maxilar superior. El esqueleto cartilaginoso esta formado por los cartilagos laterales nasales, dos inferiores (también conocidos como cartilagos alares) y dos superiores. Otra estructura fundamental en el mantenimiento de la forma y función nasal es el septum o tabique nasal, el cual esta formado por una parte ósea posterior y superior (formada por los huesos vómer y etmoides) y otra parte cartilaginosa anterior e inferior.
Consideraciones estéticas
Quizás fue Leonardo Da Vinci uno de los anatomistas mas juiciosos y pioneros en el estudio de la armonía facial y nasal, sus preceptos casi permanecen inmodificados hasta el día de hoy. Los conceptos de armonía facial nos ayudan fácilmente a identificar cuales deben ser las características y dimensiones de una nariz estética y armónicamente aceptables para un rostro en particular. Para el análisis de la nariz consideramos fundamentalmente sus tres vistas o proyecciones básicas: de frente, de perfil, base nasal.
Vista de frente
Inicialmente se debe considerar el rostro como un todo el cual posee dos mitades aproximadamente iguales, la línea que divide el rostro en dos mitades debe pasar por la mitad de la raíz nasal, seguir todo el dorso nasal y dividir la punta nasal justo en dos partes iguales; esta primera consideración es útil a la hora de valorar desviaciones de la pirámide nasal. Igualmente con esta vista puede determinarse el ancho nasal ideal el cual debe ser exactamente igual a la distancia que hay entre los ángulos oculares o puntos lacrimales más internos (distancia interocular). Esta última medida debe coincidir a su vez con el tamaño de los ojos.
Vista de perfil
Esta vista permite esencialmente valorar tres aspectos el tamaño de la nariz, la forma del dorso y la rotación y proyección de la punta nasal. El tamaño ideal de la nariz para algunos anatomistas debe ser igual al tamaño de la longitud de la oreja, otra medida útil es dividir la cara es sus tres tercios (aproximadamente iguales): un tercio superior que va desde la línea de inserción del cabello hasta el punto más prominente de la unión naso-frontal (glabela), un tercio medio desde la glabela hasta el punto subnasal (donde nace o merge la columna o columela nasal) y un tercio inferior desde el punto subnasal hasta el punto mas inferior del menton (llamado mention). La forma del dorso nasal puede evaluarse trazando una línea desde la raíz nasal o radix (punto mas deprimido de la union naso-frontal hasta la punta nasal. Esta medición puede identificar anormalidades del dorso como gibas o jorobas o dorsos muy bajos. La rotación nasal hace referencia a la posición de la punta nasal con respecto al dorso nasal y puede evaluarse esencialmente con el ángulo naso-labial el cual en hombres deber ser de 90º a 95º y en las mujeres entre 100º a 110º. La proyección nasal se refiere a qué tanto sobresale o se proyecta la nariz de la cara. La medida ideal de la proyección nasal a nivel de la punta corresponde a 0.67 veces la longitud nasal.
Vista basal
La vista basal permite evaluar la forma de la punta nasal, la simetría de las narinas u orificios nasales. Idealmente la proyección de las líneas de la base nasal debe formar un triangulo equilatero, en donde 1/3 de la longitud de la base nasal correponde al lobulo nasal de la punta y los 2/3 restantes a la longitud de la columela.
Técnica quirúrgica
La rinoplastia debe ser realizada por un medico especialista en cirugía nasal que tenga en cuenta sus aspectos anatómicos, funcionales y estéticos. A nivel mundial existen tres tipos de especialistas que realizan este procedimiento: Cirujanos Maxilofaciales, Cirujanos Plásticos y Otorrinolaringólogos. ¿Quien de ellos debe realizarla? La respuesta es muy sencilla: debe practicarla quien tenga la suficiente experiencia en la materia, y conozca al detalle la anatomía y fisiología nasal y tenga la suficiente sensibilidad artistica para plasmar en su "obra" las expectativas propias y las de su paciente.
Evaluación prequirúrjica
En una o mas consultas el cirujano escuchara los deseos y expectativas del paciente con respecto a su cirujia y con base en el examen físico y el análisis fotográfico propondrá al paciente un plan quirúrgico, sin generar falsas expectativas. Para esta fase es de gran utilidad el software de imágenes que simulan los resultados postoperatorios. De igual forma el cirujano referira el paciente hacia el anestesiólogo para su correspondiente valoración. Es también en esta fase donde se acuerdan los honorarios médicos y los demás gastos generados por la cirugía (derechos de sala de cirugía, honorarios del anestesiologo, etc).
El día de la cirugía el paciente deberá presentarse con un ayuno de al menos 8 horas, en ropa comoda sin joyas ni maquillaje y debera evitar el consumo de medicamentos o sustancias que puedan alterar la cicatrización o generar un sangrado mayor de lo habitual (aspirina, analgesicos, vitamina e, ging seng, ginkgo biloba, entre otros).
Anestesia
De preferencia la rinoplastia debe practicarse bajo anestesia general, a excepción que a juicio del anestesiologo o preferencia del cirujano deba hacerse bajo anestesia local.
Abordaje e incisiones
Existen básicamente dos tipos de abordaje en rinoplastia: un abordaje abierto que implica una cicatriz casi imperceptible en la mayoría de los casos a nivel de la base de la columela y otro abordaje cerrado en el cual todas las incisiones son endonasales y no presenta cicatrices externas. Hoy por hoy la elección de uno y otro abordaje se hace de acuerdo a la preferencia del cirujano, y según el caso.
Modificación del dorso nasal
De acuerdo al análisis hecho por el cirujano previo a la cirugía el dorso nasal requerirá aumento, disminución y/o alineación. Para su aumento es común el uso de injertos cartilaginosos tomados del septum nasal o en ausencia de este del cartílago de la oreja o de una costilla del propio paciente. Estos injertos se introducen a través de incisiones endonasales o vía externa según el tipo de abordaje y se ubican sobre el dorso para aumentar su volumen. Este tipo de procedimiento se practica principalmente a pacientes con deformidades postraumaticas o quienes han sido sometidos a una rinoplastia previa con resección excesiva de dorso. La disminución del dorso nasal es quizás el procedimiento más común corresponde a la resección de gibas o jorobas nasales que según su tamaño y conformación (cartilaginosas, óseas u osteocartilaginosas) se retiran por medio de bisturí, cincel o lima. La alineación del dorso nasal se realiza a través de fracturas dirigidas (osteotomías)en la bóveda ósea tienen por objeto reacomodar en la línea media la pirámide nasal..
Modificaciones de la punta nasal
Este paso constituye el mas critico y difícil de toda la cirugía y por ende es que mayor experiencia y sensibilidad artística requiere por parte del cirujano. Existen una gran cantidad de procedimientos para modificar la forma, la rotación y la proyección de la punta nasal. La aplicación de uno u otro dependerá del análisis previo, el plan quirúrgico y los hallazgos intraoperatorios. Sea cual fuere el método utilizado el objetivo es dejar una punta nasal armoniosa con el resto de la nariz y el rostro del paciente y con una apariencia natural no operada.
Procedimientos concomitantes
Es frecuente que la rinoplastia se acompañe de otro u otros procedimientos que busquen mejorar la función nasal. Dentro de ellos se cuenta la septoplastia o modificación de la forma del septum nasal con el ánimo de corregir desviaciones septales que causen obstrucción o deformidad nasal. En este caso cuando en una rinoplastia se realizan además modificaciones del septum nasal, recibe el nombre de septorinoplastia.
Otro procedimiento que puede acompañar una rinoplastia o una septorinoplastia es la modificación de la forma y/o tamaño de los cornetes inferiores cuando estos generan obstrucción nasal. Este procedimiento se conoce como turbinoplastia.
Vendajes y Tapones
Una vez finalizada las modificaciones a la nariz y suturadas las incisiones realizadas, se colocan en las fosas nasales unos u otros tipos de tapones que tienen por objeto mantener la estabilidad de la pirámide nasal y evitar un sangrado nasal en el posoperatorio. En la actualidad es posible conseguir tapones modificados que tienen en conducto en el centro los cuales permiten al paciente seguir respirando nasalmente a pesar de estar taponados. La férula y el vendaje nasal se colocan sobre el dorso y la punta nasal y tienen como función mantener y preservar los cambios realizados en la cirugía mientras inicia la fase de curación posquirurgica.
Posoperatorio
Durante los primeros días posoperatorios el paciente deberá permanecer en reposo, en posición semisentado, ingiriendo abundantes líquidos (debido a la sesequedad oral que produce la respiración bucal) y tomando los analgésicos y demás medicamentos formulados por su cirujano. La alimentación puede ser normal según la tolerancia del paciente. Aproximadamente a las 48 a 72 en el primer control posoperatorio el cirujano retirara el taponamiento y si es necesario reajustara el vendaje. A partir de ese momento es fundamental la irrigación nasal continua de suero fisiológico con aras de contribuir a la limpieza nasal, evitando infecciones posquirúrgicas y mejorando la respiración nasal.
La férula y el vendaje nasal se dejaran por espacio de 2 a 3 semanas, posterior a lo cual la piel de la nariz deberá protegerse con fotoprotectores y someterse a masajes si se detectan recidivas de una desviación del dorso.
Referencia:
De Wikipedia, http://es.wikipedia.org/wiki/Rinoplastia
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